Realmente se puede CAMBIAR. La respuesta es ¡SIII!
Trabajemos una manera fácil,
eficaz y divertida de hacer cambios a través de la técnica de los 21 días.
Descubre los cambios que puedes lograr haciendo un click en tus hábitos nocivos e interiorizando otros nuevos que sean más positivos para ti y en consecuencia para tu entorno.
A menudo hay cosas que nos
gustaría cambiar de nosotros mismos. Conductas que muchas veces no nos son nada
útiles, que más bien nos perjudican en nuestro día a día. Este tipo de
conductas muchas veces se convierten en hábitos nocivos a fuerza de repetición
y nos restan mucha energía –por ejemplo hacer los domingos lo que quiere mi
pareja por ser el día de descanso y cuando más permanecemos juntos-. Por no
hablar de lo frustrados que nos sentimos cuando algo que hemos decidido cambiar
vuelve a repetirse una y otra vez.
A veces empezamos un lunes, o un
primero de mes, o el tan conocido año nuevo, con la intención de cambiar eso
que tanto nos molesta. Pero rápidamente nos cansamos y terminamos desistiendo.
Si el cambio que queremos realizar es de conducta podemos llegar más lejos a
nivel negativo, lapidando nuestras posibilidades con hábitos mentales del
estilo «es que yo soy así» o «nunca cambiaré». ¡Mentiras! Puedes cambiar.
¿Y realmente se puede cambiar? ¡Sí!
Solo tienes que observar la
cantidad de cambios que hacemos a lo largo de nuestra vida. Rutinas,
hábitos, conductas que has aprendido en tu entorno familiar, en la escuela, etc. y que en cuanto entra alguien en tu vida (pareja, hijos, amigos, etc.) de repente ves otras formas de hacer, de vivir y modificas las tuyas para bien o para mal.
hábitos, conductas que has aprendido en tu entorno familiar, en la escuela, etc. y que en cuanto entra alguien en tu vida (pareja, hijos, amigos, etc.) de repente ves otras formas de hacer, de vivir y modificas las tuyas para bien o para mal.
¡Sí, se puede cambiar! De hecho,
es fantástico poder cambiar a lo largo de tu vida.
¿Qué mejor que vivir varias vidas
en una vida? ¿Qué mejor que vivir de distintas formas? O mejor aún, vivir como
quieres, como sueñas vivir.
Cambiar te aporta más recursos a
través de la flexibilidad, te da más capacidad de adaptación. Si sabes hacer
más cosas y de formas distintas tendrás más creatividad y generarás opciones, y
ya lo decía Darwin: «Las especies que sobreviven no son las más fuertes, ni las
más rápidas, ni las más inteligentes; sino aquellas que se adaptan mejor al
cambio».
Entonces por qué aferrarse a
hacer las cosas como siempre, como las hemos aprendido en un momento de nuestra
vida, en el que seguramente nos fueron útiles, pero ahora no –por apego; por
hábito-.
Una manera fácil, eficaz y
divertida es a través de la técnica de los 21 días, que tiene este nombre
porque se ha estudiado que 3 semana es lo que necesita nuestro inconsciente
para «hacer un click» e interiorizar ese hábito nuevo.
Quiere decir que si durante 21
días seguidos realizamos con dedicación la misma acción, repetimos y repetimos,
al final lo que en un principio hacemos «de manera forzada», «no natural»,
después saldrá espontáneamente; .
¡Pasa a la acción y empieza a
generar cambios positivos en tu vida. Piensa lo que quieres cambiar y a repetir
21 dias!
Vamos a por una Técnica de PNL para
Cambiar Creencias Inútiles en útiles en 21 días por superposición de ciertos
parámetros
En efecto, desde la pnl hablamos
de creencias que son distintas de las creencias religiosas: son generalizaciones
que hacemos sobre y a partir de nuestras experiencias vitales. Estas
generalizaciones pasan a construir la base de nuestra realidad que, a su vez,
dirige nuestro comportamiento –si no hago tal cosa entonces me………-.
También podemos decir que las
creencias son sentimientos certeros acerca de algo, que se traduce en una
conducta relacionada y finalmente en hábitos y estos hábitos los podemos
modificar o cambiar en 21 dias.
Es posible apoyarnos en una
creencia capaz de darnos fuerza, motivación, poder, de manera que nos ayude a
generar una nueva creencia que – a su vez-, nos conduzca a un nuevo nivel de
rendimiento y éxito.
Así una simple idea como “tengo una excelente memoria
y retentiva” puede ayudarte a desarrollar la creencia de que disfrutas aprendiendo
y que, en efecto, realmente aprendes muy rápido.
Esto, a su vez, puede conducir a
que seas capaz de trasmitir aprendizajes y encontrarte estudiando lo que deseas, luego ejercitando
tus estudios… y así sucesivamente se pone en marcha un círculo virtuoso de
éxito a partir de las creencias positivas y motivantes.
Como sea, lo que importa es si una creencia es útil o
inútil (o muy poco útil). La pregunta que debes
hacerte es: ¿esta creencia en
la que me apoyo es para bien o para mal? ¿ me sirve o no me sirve para lograr
lo que quiero?
Algunas de tus creencias con
seguridad te afirman, te dan poder. Son muy útiles para que puedas hacer cosas.
Sin embargo, otras pueden limitar tu manera de pensar e inmovilizarte, dejarte
estancado, en un estado de ánimo tóxico, sin recursos.
Si te pido que pienses en una
creencia tuya, quizá recuerdes una imagen, te surja un sentimiento, escuches
algo o sientas las tres cosas al mismo tiempo. Con todo, de aquí podemos
concluir que tus creencias tienen ciertas cualidades. Y como sabes somos lo que pensamos.
Estas cualidades visuales
(imágenes), auditivas (sonidos) y cinestésicas (emociones), se conocen como
modalidades. Las modalidades se pueden afinar a través de ciertos parámetros
(las submodalidades), es decir, cualidades como brillo, tamaño y distancia cuando
se trata de imágenes; volúmen y tono si son sonidos; y presión, calor y
ubicación cuando se trata de sentimientos y emociones.
Así, una de las tantas maneras de
cambiar una creencia aplicando la Neurolingüística es ajustando sus
submodalidades. Se trata de un proceso realmente útil, ya que puede ayudarte a
aflojar el nudo de una creencia limitante y a reforzar los efectos positivos
para desarrollar una creencia que te estimularía pero del que no te sientes tan
seguro.
Supongamos que te gusta estar con
la gente pero que siempre te han dado el mensaje de que intimar en las
relaciones es algo malo; pues bien, cambiar esa “etiqueta”, esa creencia de
manera que ahora digas “soy bueno para tratar con la gente” puede crear una
gran diferencia respecto a tu confianza en el trato con los demás.
Del mismo modo, si sabes que,
–por ejemplo-, además de gustarte la informática, eres bueno para el arte
(dibujo, pintura, música, etc.), esta creencia puede serte muy útil para
diversificarte y meterte en una carrera técnica/artística (alguna carrera de
diseño o producción de sonido, etc.)
Para aprender a cambiar tus
creencias inútiles gestionando las
submodalidades por comparación y
superposición, es necesario seguir unos pasos:
En Primer lugar- Piensa en una
creencia que sabes y sientes que es totalmente cierta, por ejemplo, “soy un chef
muy considerado”. (Puedes buscar tu propia creencia, este es solo un ejemplo)
Si no se te ocurre una creencia,
pregúntate si crees que el sol saldrá mañana por la mañana. (Sí, a pesar de
estar nublado!). Lo importante aquí es identificar una creencia, ese estado de
“certeza” respecto de algo.
En Segundo lugar- ¿Has pensado en
una imagen, has sentido algo o has oído algún ruido? ¿Qué cualidades tenía la
imagen, la sensación y el ruido?
En Tercer lugar- Ahora piensa en
una creencia inútil que te gustaría cambiar pero no te está haciendo daño…algo
no tan nocivo. Siguiendo con el ejemplo del chef: “¡Me cuesta mucho hacer
postres!” Es una creencia que no te sirve si quieres cocinar super en un gran restaurante!
Sería bueno cambiarla…
En Cuarto lugar- Ahora debes
hacer una superposición, superponer las cualidades de la creencia que sabes que
es cierta… sobre las de la creencia que te gustaría cambiar. Trabaja sobre las
imágenes.
Digamos que la imagen de lo que
sabes es luminosa, grande, en tres dimensiones, que está cerca y justo delante
de tí, y que la imagen de lo que quieres cambiar es pequeña, oscura, en dos
dimensiones y lejana.
Ahora haz que esta última se
convierta en una imagen luminosa, grande, tridimensional, cercana y que
aparezca delante de ti.
En Quinto lugar- Ahora piensa en
las cualidades de los sonidos que te vienen a la cabeza sobre la creencia que
sabes que es cierta. ¿Las cualidades de los sonidos que surgen en torno a la
creencia que quieres cambiar son distintas? Trabaja sobre los sonidos, diálogos
internos.
En Sexto lugar- Después trabaja
sobre el canal cinestésico. Intenta conectarte con las sensaciones y sobre todo
con las cualidades de las sensaciones de la creencia que sabes es cierta…
¿Las cualidades de las emociones
que surgen en torno a la creencia inútil que quieres cambiar son distintas? Haz
la superposición: que las sensaciones de la creencia inútil se asemejen a las
de la creencia útil…
En Séptimo lugar- Observa y
analiza que sucedió con la antigua creencia. ¿Cómo te sientes? ¿percibes algún
cambio?
Puedes volver a repetir esta
técnica las veces que quieras. Te dará mayor destreza y habilidad para poder
cambiar tus propias creencias limitantes o inútiles, más rápidamente.
Después de trabajar en los tres
canales (Visual, Auditivo, Cinestésico) y hacer esa comparación y
superposición, es importante chequear que pasa…observándote cómo te sientes
ahora y también en los próximos días!
Trabaja con los tres canales
durante 21 días para dar fuerza a la creencia útil que deseas incorporar a tu
vida y verás los resultados.
Trabaja las modalidades y las
submodalidades hasta que logres que lo que deseas este incorporado a tu vida y
salga la creencia limitante que te obstaculiza.
Y si deseas realizar un proceso
de 21 días y no sabes cómo ponte en Contacto conmigo: yo te guiaré en el proceso
y te acompañaré.
Y no olvides que en nuestras vidas no deben de faltar Besos, Caricias y Abrazos todos los días.
Y no olvides que en nuestras vidas no deben de faltar Besos, Caricias y Abrazos todos los días.
Que lo pasen bonito y disfruten. Mikel tu Coach
Y si me quieren contactar Wastsapp: +57 3173339204
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