La Triada de las Relaciones: TE QUIERO-TE DESEO-TE AMO



Amigos cuantas veces decimos Te quiero, Te Deseo o Te amo y nos preguntamos ¿vea pues y por qué será?. En este artículo quiero hablaros de unos errores lingüísticos que a veces se tienen en una relación de pareja o de amistad,  a la hora de expresar lo que sentimos por el otro, cuando las personas usan el te quiero, te amo y te deseo, obviamente dentro de cada sociedad y de cada cultura hay una forma de expresarse, pero aun así, creo que se va a entender a lo que me refiero… y además junto al te quiero, te deseo o te amo está el Apego que lo veremos al final como aclaración al Te amo.
Comenzamos con una cita de Stephen Covey sobre lo que es amor. Lean con atención.
“En un seminario en el que yo hablaba sobre el concepto de pro­actividad, un hombre dijo: «Stephen, me gusta lo que dice. Pero las situaciones difieren entre sí. Por ejemplo, mi matrimonio. Estoy real­mente preocupado. A mi esposa y a mí ya no nos unen los antiguos sentimientos. Supongo que ya no la amo, y que ella ya no me ama a mí. ¿Qué puedo hacer?».”
-¿Ya no sienten nada uno por el otro? Pregunté.
-Así es. Y tenemos tres hijos, que realmente nos preocupan. ¿Usted qué sugiere?
-Ámela, le contesté.
-Pero le digo que ese sentimiento ya no existe entre nosotros.
-Ámela.
-No me entiende. El amor ha desaparecido.
-Entonces ámela. Si el sentimiento ha desaparecido,
 ésa es una buena razón para amarla.

-Pero, ¿cómo amar cuando uno no ama?
-Amar, querido amigo, es un verbo. El amor, el sentimien­to es el fruto de amar, el verbo. De modo que ámela. Sírvala. Sacrifíquese por ella. Escúchela. Comparta sus sentimientos. Apréciela. Apóyela. ¿Está dispuesto a hacerlo?
“En la gran literatura de todas las sociedades progresistas, se ha­bla de amar, del verbo. Las personas reactivas hablan del sentimien­to. Ellas se mueven por sentimientos. Hollywood, por lo general, nos convence de que no somos responsables, de que somos un 
producto de nuestros sentimientos.
Pero los guiones de Hollywood no descri­ben la realidad. Si nuestros sentimientos controlan nuestras acciones, ello se debe a que hemos renunciado a nuestra responsabilidad y que permitimos que los sentimientos nos gobiernen.”
“Las personas proactivas hacen hincapié en el verbo amar. Amar es algo que se hace: los sacrificios que se hacen, la entrega de uno mismo, como una madre que pone un recién nacido en el mundo. Para estudiar el amor, hay que estudiar a quienes se sacrifican por los otros, incluso por personas que los hieren.
Los padres tienen el ejemplo del amor que en ellos mismos despiertan los hijos por los que se sacrifican. El amor es un valor creado por medio de acciones amatorias. Las personas proactivas subordinan los sentimientos a los valores. El amor, el sentimiento, puede recuperarse.”
Del Libro de Stephen Covey: 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva

Entremos ahora en el  “TE QUIERO-TE DESEO-TE AMO”. La Triada de la Relación de Pareja.

Cuando le decimos a alguien TE QUIERO ¿qué queremos expresar?.
TE QUIERO  significa, que te gusta estar con esa persona, que te 
agrada su compañía, significa que cuando estáis solos, el silencio nunca es un problema y al mismo tiempo significa que puedes hablar con esa persona de cualquier tema, sin que te juzgue, sin que te condene, no significa que siempre quieras estar con ella, si no que cuando lo estas te agrada, y por ende cuanto más tiempo estés mejor. Se puede querer a un amigo íntimo, a un familiar, a una mascota, se puede querer a todo aquello que nos haga sentir bien y sepamos porque. Al final, queremos a todo aquello que saca lo mejor de nosotros mismos y nos hace sentir mejor.
En conclusión, cuando le dices a alguien o a algo,  TE QUIERO, es porque sabes porque lo quieres.

El segundo término es TE DESEO.
TE DESEO, significa que esa persona te atrae físicamente, significa que deseas mantener relaciones íntimas con ella, puede que no siempre podamos materializar ese deseo, pero lo que no podemos hacer es negárnoslo a nosotros mismos cuando existe. El deseo es un instinto primario en el ser humano, tanto en hombres como en mujeres. “Negar nuestros impulsos, es negar justo lo que nos hace humanos”.
El deseo lo sentimos hacia los de nuestra especie, sea hombre o mujer, en el deseo no importan las
preferencias sexuales ni el género del individuo, el deseo, como ya he dicho es algo que no podemos controlar tenerlo, podemos controlar ponerlo en práctica y por eso no vamos teniendo sexo en todas partes y a todas horas, pero el deseo, aunque consigamos domarlo, si está, está.
Ambas, él TE QUIERO y él  TE DESEO, son emociones que podemos desarrollar, podemos magnificarlas si trabajamos en comunión con nuestra pareja, nuestro amigo o lo que sea, ambas no necesariamente tienen que venir de serie. Y al igual que ambas se pueden tener aún después de un tiempo o para siempre, ambas se pueden perder si no se trabajan, él TE QUIERO, se puede transformar en rutina, en aburrimiento, en pasotismo. Y el deseo se puede transformar en inapetencia, incluso a veces en asco, pero sobre todo se transforma en indiferencia si no se trabaja en conjunto, y esta es la clave, trabajarlo en conjunto, si a tu pareja le gusta, por ejemplo el cine, y a ti no te apasiona, haz un pequeño esfuerzo, buscar temáticas que os agraden a ambos, pero buscar la forma…….y el deseo, esto es más claro, la pasión inicial tiende a extinguirse tanto con el tiempo de relación, como con los años de los individuos, y cada vez se hace más difícil seducir a tu pareja, cada vez se hace más complicado que al verla, te provoque esa sensación de arrebatamiento. Así que innovar, hablar de lo que os gustaría y de lo que esperáis del otro. Y si hay algún problema cortarlo cuanto antes.

El tercer término es TE AMO
TE AMO,  significa que darías tu vida por ese ser, a veces, él TE AMO existe sin que exista ni él TE QUIERO, ni el TE DESEO, cuando amas a alguien lo amas pese a todo. Muchas veces cuando alguien que ama a otro es visto desde fuera puede parecer que sus actos son irracionales, y ¿sabéis que? Así es, como decía Blaise Pascal, «El corazón tiene razones que la razón no entiende».
El mejor ejemplo del significado de esta palabra lo tenemos en los hijos, a los que amamos, pase lo que pase.
Pero también se puede tener hacia tu pareja, de hecho, por mucho deseo que haya, por mucho que
te guste estar con esa persona, si no la amas, la pareja no se sustentara. Porque él TE QUIERO, puede desaparecer por momentos, el DESEO, puede ir disipándose poco a poco, y cuando eso sucede, el único pilar que sustentara la relación es el único que jamás se puede romper……sí, habéis leído bien, JAMÁS  SE PUEDE ROMPER….
Cuando amas a alguien, lo harás para siempre, estés o no con esa persona, y SÍ, podemos afirmar que se puede amar a más de una persona a la vez, de echo lo MÍNIMO que se tendría que poder amar es a dos personas.
Los que habéis sufrido rupturas en el pasado, diréis yo ya no amo a X, me lo creo, pero añadiría, porque nunca lo amaste lo/a quisiste sí, puede que lo desearas, pero no lo amabas
¿Acaso si tu hijo muriera, dejarías de amarlo? ¿Acaso si tu hijo “te rompiera el corazón” perderías tu amor por él? NO.
Para que una relación fuese “perfecta”, los tres pilares deberían de estar equilibrados (querer, desear, amar), sólidamente construidos  y en perfecta sintonía, pero no os confundáis, que tú desees a tu pareja no excluye que desees a otras personas, y que quieras a tu pareja no significa que no os separéis nunca y tengáis vuestros momentos con otras personas. De hecho es todo lo contrario, la interacción con el resto de la sociedad enriquecerá vuestra relación.
Recordar, decid TE QUIERO, siempre que así lo sintáis. Dejaros de cuentos, si el otro os malinterpreta y no escucha lo que ese te quiero significa para vosotros, el problema no es vuestro si no de la otra persona….
Decir TE DESEO (u opinar sobre el físico de otro) a alguien no es necesariamente una declaración de intenciones, solo es exponer lo obvio. Solo es decir con palabras lo que tu mente grita en silencio. No os avergoncéis de vuestros instintos primarios, sin ellos no seriamos más que cuatro monos en el mundo. Lo único que si queréis podéis intentar controlar es la ejecución de ese deseo.
Decirle TE AMO, solo a la persona/s por las que daríais vuestra vida. Sed sinceros, no confundáis términos…claro posiblemente pensareis que nadie se va a encontrar en una situación en la que tenga que dar la vida por el otro…, os equivocáis, la vida la estáis dando cada segundo que estáis junto a ese ser, vuestra vida es lo único que sinceramente le podéis dar a alguien, porque es lo único verdaderamente vuestro.

Y terminemos el cuarto término el APEGO.
 Cuando «sufrimos» en una relación, del tipo que sea, es fácil que la base de esa relación sea el apego en lugar del amor. Y sin amor, es una bendición que las relaciones no funcionen porque es una señal para cambiar de dirección.
Además de cómo nos sentimos, con el lenguaje es sencillo detectar el apego en las relaciones personales:
El apego dice: «No me hagas esto, no te vayas».
El amor dice: «Aunque yo prefiero que te quedes, haz lo que quieras hacer, te amaré igual».
El apego dice: «No le dejo porque no se que va a hacer sin mi».
El amor dice: «Confío en ti y sé que estarás bien pase lo que pase».
El amor pide ayuda cuando la necesita, en cambio, el apego lo hace sin necesitarla para que la otra persona se sienta útil o para «tenerla» a su lado, lo que supone un gasto importante de energía.
En las relaciones con objetos también es fácilmente detectable: «Si lo pierdo me muero», en realidad, en la mayoría de los casos no te mueres, solo que mientras tienes el objeto el miedo a perderlo te impide disfrutar de él.
Un niño educado en el castigo o la recompensa aprende el apego como forma de relacionarse con las personas y las cosas, ya que el castigo más fuerte en la infancia es aquel en que se priva al niño de amor debido a su comportamiento o se le predice una situación «dolorosa» para él, por ejemplo: «si te portas mal, no te quiero», «me vas a matar como sigas así», el «me pones enferma», «como rompas eso lo vas a pagar»…. El niño no tiene opción porque es dependientes de sus padres/madres o cuidadores, es decir, les necesita para sobrevivir. ¡Ahí confundimos el apego con el amor!
«Si no utilizas algo para que no se rompa, estás condicionado a que permanezca en un estado que te impide disfrutar de él, ¡lo tienes sí! y no te sirve para nada»
Si crees necesitar a una persona o crees que ella te necesita a ti, es una relación de apego.
Si estás dejando de hacer lo que quieres hacer para que la otra persona «no se enfade y te siga queriendo», o crees que tus acciones, aun siendo amorosas, pueden tener una consecuencia «negativa» en su autoestima es porque vuestra relación es una relación de apego, es decir, el bienestar depende de alguien ajeno. Y si hay apego no hay amor. Las relaciones basadas en el apego son una oportunidad para tomarnos un tiempo de reflexión sobre la relación con nosotros mismos.
Otra cara del apego en las relaciones es querer que la otra persona cambie, eso refleja la necesidad apegada a una forma fija de relación que mina el respeto hacia los dos: el que no acepta y por tanto no ama, y el que gasta el tiempo con quien quiere cambiarle, es decir, con quien no le ama tal como es.
Pongámosle luz al apego para ver que nos sirvió de mecanismo de supervivencia hace mucho tiempo y gracias a eso aquí estamos, y empecemos a AMAR para que cada uno pueda ocupar su lugar dejando de «forzar» o «chantajear» o «manipular» a otras personas por necesidades que solamente uno mismo puede cubrir, o podemos despertar una mañana sintiendo que estamos rodeados de auténticos extraños…Extraños que nos reflejan que nos hemos apartado de nosotros mismos y de nuestro propio amor. Extraños que queremos dejar ir….

Y ya saben lectores practiquen todos los días con las tres primeras letras del Abecedario Abrazos, Besos, y Caricias.
Espero que les sea de utilidad
Mikel Tu Coach de vida



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