¿QUÉ SOMOS?: LO QUE PENSAMOS.
TODO lo que
pensamos y creemos, tanto consciente como inconscientemente, va condicionando
nuestras vidas haciendo que nos comportemos de una manera o de otra en función
de CREENCIAS que tenemos en nuestra mente y por consiguiente obteniendo en
definitiva lo que hemos sembrado, tanto positivo como no tan positivo.
Creencias
que comienzan a insertarse en nuestro cerebro desde nuestra más tierna infancia
por lo que vemos y oímos decir a nuestros padres, profesores, hermanos mayores,
amigos, la televisión y la sociedad. Estas creencias pueden ser potenciadoras
de nuestra personalidad y por otro lado limitantes. Estas últimas son las que
en muchas ocasiones y a día de hoy, nos limitan e incapacitan para
desarrollarnos plenamente como las personas maduras y equilibradas que
pretendemos ser.
De nuevo el
trabajo comienza desde dentro hacia fuera porque todo lo que sucede en tu
exterior es un reflejo de lo que ocurre en tu interior. Cambiar nuestra forma
de pensamiento, limpiarlo de juicios y prejuicios, de creencias limitantes que
nos asfixian sólo depende de nosotros. Recuperar tu Poder Personal es
básicamente pensar en como ser feliz en cada momento y para eso uno tiene que
enfrentarse a sus propios fantasmas mentales y emocionales, muchos de ellos
basados en este tipo de creencias.
Sólo tú
tienes el poder de cambiar tu vida, no esperes que los demás lo vayan a hacer
por tí. El coaching te da las herramientas, pero el camino lo recorres tú con
tu valentía y ganas por superarte. Si no eres feliz, no te conformes con lo que
tienes y cambia tu interior cambiando lo que piensas, y si no puedes hacerlo
solo, pide un COACH.
Yo creo que nuestro fin último en esta vida es llegar a ser felices en todo momento y para llegar a ese punto cuanto más nos trabajemos interiormente más fácil lo tendremos.
No deja de
sorprenderme la capacidad infinita que tiene nuestra mente de inventar
mecanismos de huida para anestesiar nuestras verdaderas emociones y no
expresarlas.
No expresar tus verdaderas emociones es una de las infinitas maneras que tenemos de autosabotearnos, de no respetarnos, en resumidas cuentas de perder nuestro Poder Personal. ¿Por qué lo hacemos entonces? Normalmente siempre hay un miedo o una creencia limitante que arrastramos desde nuestra más tierna infancia a mostrar nuestras verdaderas emociones porque creemos que si lo hacemos, la otra persona no nos aceptará, o se romperá la relación, o ya no nos valorará, o porque nos sentimos responsables de esa persona y "nos sacrificamos" por el bien de una relación, etc. Es un patrón mental y de comportamiento que aprendemos para protegernos emocionalmente en algún momento de nuestra vida y que luego lo convertimos en hábito el resto de nuestra vida si no lo cambiamos. Nadie nos motivó ni nos enseñó en nuestra infancia a mostrar sin miedo lo que sentimos, más bien todo lo contrario, ya que en muchas familias hasta está mal visto exteriorizar las verdaderas emociones y hay que taparlas.
No expresar tus verdaderas emociones es una de las infinitas maneras que tenemos de autosabotearnos, de no respetarnos, en resumidas cuentas de perder nuestro Poder Personal. ¿Por qué lo hacemos entonces? Normalmente siempre hay un miedo o una creencia limitante que arrastramos desde nuestra más tierna infancia a mostrar nuestras verdaderas emociones porque creemos que si lo hacemos, la otra persona no nos aceptará, o se romperá la relación, o ya no nos valorará, o porque nos sentimos responsables de esa persona y "nos sacrificamos" por el bien de una relación, etc. Es un patrón mental y de comportamiento que aprendemos para protegernos emocionalmente en algún momento de nuestra vida y que luego lo convertimos en hábito el resto de nuestra vida si no lo cambiamos. Nadie nos motivó ni nos enseñó en nuestra infancia a mostrar sin miedo lo que sentimos, más bien todo lo contrario, ya que en muchas familias hasta está mal visto exteriorizar las verdaderas emociones y hay que taparlas.
Un ejemplo muy común de anestesia emocional es con nuestra pareja, ya que muchas veces por no saber gestionar como adultos nuestras emociones no somos capaces de expresar lo que verdaderamente sentimos en nuestro interior y vamos tragando y tragando hasta que nos quemamos o explotamos, yéndonos al otro extremo y sacando emociones de rabia e ira contra nuestra pareja o contra nosotros mismos.
Expresar las
emociones en cada momento sin miedo es sobre todo un ejercicio de AMOR y RESPETO
hacia uno mismo, una forma madura de expresar lo que sentimos porque lo más
importante somos nosotros mismos.
En el
proceso de coaching personal trabajamos todas esas pautas, hábitos y miedos que
te impiden mostrarte tal cual eres.
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