CONOCE LOS
ESTADOS DEL YO
Debemos
de conocer que en todos nosotros hay tres personajes interrelacionados:
-
El Padre (o
estado del Yo Padre): contiene lo que
hemos grabado de nuestras figuras parentales (padres, cuidadores, maestros,
personas con autoridad sobre nosotros, o las que les conferimos ascendiente
moral grupos culturales influyentes). Aquí nos encontramos conductas
aprendidas, información sin análisis, prejuicios, opiniones, costumbres, y
también podemos encontrar ideales, convicción de poder y seguridad.
Cuando actuamos desde nuestro Estado de
Padre, manifestamos conductas similares a las de estas figuras y, a la vez,
nuestra manera de ver la vida y nuestro pensamiento repiten también los suyos,
es decir, que de alguna manera los copian.
El estado de Yo Padre, constituye un conjunto de sentimientos, actitudes y
patrones de conducta que se asemejan a los de una figura parental.
-
El Adulto (o
estado de Yo Adulto): comprende las
conductas en el análisis de la información que se posee en un momento dado,
incluyendo la reflexión sobre la experiencia de la vida. La procedencia de los
datos puede ser, por tanto, externa o interna. Su visión de la vida es razonada
y su conducta no predecible, a diferencia del estado de Yo Niño, que tiende a
reproducir las experiencias infantiles, y del estado de Padre, que tiende a
reproducir los comportamientos de las figuras parentales.
Berne se refiere a él como el estado del
yo que se caracteriza por un conjunto autónomo de sentimientos, actitudes y
conductas que se adaptan a la realidad actual.
El Adulto organiza y procesa las
informaciones que obtiene a través de los sentidos y del pensamiento por medio
del razonamiento lógico.
Las fuentes a través de las cuales el
Adulto recoge, imagina y utiliza las informaciones son tanto los otros dos
estados del yo (Padre-Niño) como la realidad exterior.
El Adulto no puede realizar decisiones
autónomas, y mantener el control social en una situación sin contar con cierta
colaboración del Niño ya que éste tiene a su cargo el pensamiento intuitivo y
las emociones que, orientan a la hora de tomarlas.
En el estado Adulto nos encontramos con
juicios, información analizada, reflexión y decisiones reflexionadas, cálculo
de posibilidades, realismo y sentido de la oportunidad y adecuación al momento
y circunstancias.
-
El Niño (o estado
de Yo Niño): comprende lo que
sentíamos e interpretábamos cuando éramos pequeños y también la forma de actuar
pertinente. Un ejemplo de sujeto adulto en estado Niño puede ser esa madre que
va a despedir a su hijo al autobús que le lleva de campamento y no puede evitar
llorar porque irremediablemente recuerda y reproduce interiormente el susto y
la pena que tuvo la primera vez que de pequeña se separó de su madre con
ocasión de unas vacaciones.
En el estado Niño podemos encontrar las
emociones, intuiciones, creatividad, biología, impulsividad, curiosidad,
sentimientos de indefensión, desvalimiento e impotencia, egocentrismo,
fantasía, capacidad de goce y manipulación pensamiento mágico y creencias
mágicas, alegría, miedo, rabias y rabietas o dolor y pena que vivimos en
nuestra infancia.
EJERCICIO:
“Aprende a conocer tus estados del yo”
Imagina que estos tres personajes asumen
en ti alternativamente el mando.
Estos tres estados del yo combinados
componen tu personalidad, en un conjunto más o menos armónico.
Descubre las diferentes partes de tu
personalidad, para identificar tus puntos débiles y poder trabajar sobre ellos.
Imagina
que estas preparando tus próximas vacaciones. De las siguientes reacciones,
marca las que te correspondan, y a continuación comprueba en el análisis de las
respuestas a qué estado se hallan ligadas.
1.- Sabes desde hace mucho tiempo lo que
quieres y casi lo tienes todo organizado.
2.- Es un viaje de aventura, centrado en
el placer. ¡Al diablo la tacañería, y peor si te endeudas: lo importante es
vivir!
3.- Evidentemente te vas a la casa
familiar del pueblo, como han hecho tus padres todos los años. Es normal, ¡y
que a nadie se le ocurra protestar!.
4.- Has elegido un viaje cultural, útil
para tu trabajo.
5.- No tienes idea alguna de lo que
podrías hacer.
6.- Es excitante: ¡todo es posible!.
7.- Es deprimente: otra vez vas a estar
solo.
8.- ¡Vacaciones! ¡Que idea tan Burguesa!
Te niegas a irte con la masa.
9.- Comienzas por calcular tu presupuesto,
a fin de ver o que es posible.
10.- Te dejan una casa preciosa y
grandísima. Buscas amigos a los que les apetezca irse contigo.
11.- ¿Irse? ¿Adónde? ¡Qué pérdida de
tiempo! Además, hay demasiadas vacaciones en este país.
Análisis de las Respuestas. Observa y
valora.
1.- ADULTO:
conoces tus gustos y tus recursos, saber prever.
2.- NIÑO:
tienes en cuenta tus deseos, como un niño que pide algo a sus padres sin
preocuparse de los problemas que ello pueda causar.
3.- PADRE:
has interiorizado una cierta forma de actuar y te resulta difícil imaginar que
pueda ser de otra manera. Para ti las vacaciones son el pueblo, pues siempre ha
sido así. el pueblo: tu casa familiar esta allí y es imposible no sumarse a
todo el mundo.
4.- ADULTO:
si intentas sumar el interés laboral al placer del viaje o si prefieres
aprender algo mientras descubres mundo: PADRE: si piensas que el mero placer,
sin un enriquecimiento cultural, no es aceptable.
5.-NIÑO:
si esperas pasivamente que alguien te proponga algo: ADULTO: si estás
simplemente abierto a las oportunidades (por ejemplo, contratas las mejores
ofertas por internet en el último minuto y te vas sin pensártelo).
6.- NIÑO
LIBRE: actúas de forma espontánea, prefieres no prever, pues sería menos
divertido y reduciría tus posibilidades.
7.- NIÑO
SUMISO: ese aspecto obedece a las personas en posición de autoridad, tú te
sometes a ellas. Este comportamiento puede tener su lado positivo (la buena
educación), pero aquí se trata de una actitud pasiva de Víctima incapaz de
tomar la iniciativa.
8.- NIÑO
REBELDE: cuando percibes la sombra de una obligación, te enfadas y te
rebelas contra ella.
9.-
ADULTO: pones el acento en las posibilidades materiales para tomar una
decisión razonable.
10.- PADRE
NUTRICIO: experimentas la necesidad de que otras personas aprovechen las
ventajas de las que tú te beneficias. Divertirse solo te parece mucho menos
motivante que causarles un bien a los demás. Existe el pequeño riesgo de
convertirse en Salvador, es decir, de ocuparse demasiado de los demás
descuidando los propios intereses.
11.- PADRE
NORMATIVO: funciona según reglas bien establecidas y concedes una gran
importancia a la moral, a los valores. Aquí se da el riesgo de convertirse en
Perseguidor criticando a los demás e imponiéndoles tus propias reglas.
Como
puedes adivinar, ninguna de estas facetas del funcionamiento humano es mala en
sí, todas son interesantes. Lo
importante no es excluir ningún estado del yo, y tenerlo a mano hasta que lo
necesitemos en el momento oportuno.
Los cambios de un estado del yo al otro se producen mediante un desplazamiento
de la energía interna. Berne explica el comportamiento de la persona de esta
manera:
-
Todos los estados del yo tienen un
potencial latente que se puede desplegar en un momento dado. Mientras permanece
inactivo, como dormido, lo llama “energía atada”.
-
La energía que se va moviendo de un
estado a otro en respuesta a estímulos externos es lo que se llama “energía
desatada”. Puede que la persona sea o no consciente de ese desplazamiento, o
que se produzca en contra de su voluntad, pero siempre hay una cierta cantidad
de energía que se sitúa en un determinado estado del yo y está disponible para
moverse y activar otro dependiendo de los estímulos que reciba.
-
La llamada “energía libre” corresponde
a la energía que se desplaza en forma consciente y voluntaria de un estado del
yo a otro. Su denominación implica que éste tipo de energía nos permite dirigir
con libertad nuestra vida. En ella reside la sensación de identidad. La
persona, en un momento dado, percibe como su yo verdadero al estado que tiene una
mayor carga de energía libre.
Se llama “yo ejecutivo” o “yo activo” al estado del yo que en un momento
dado tiene el control de la situación. En principio, se entiende que es el estado
del yo que reúne una mayor carga de energía libre y desatada. Así puede dirigir
en forma armoniosa el comportamiento del individuo, mientras los otros estados del
yo permanecen con la energía atada, latente.
Si la persona tiene depositado en un estado del yo la energía desatada
y en otro estado del yo la energía libre, la persona experimenta el conflicto o
la incongruencia.
Si bien, podemos decir que la aspiración ideal es poder activar libremente
el estado más adecuado a la situación, esto no siempre es posible.
(A. Gimeno-Bayón; Laurie Hawkes)
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